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“NUEVE SEMANAS Y MEDIA” por Bka

kin basinguer y miki roulke en nueve semanas y media

🎥🎞 En los años 80, Kim Basinger era conocida como la chica Bond de “Nunca digas nunca jamás” y como la chica Playboy de febrero de 1983. El productor de *Locos por amor* (una película de 1985 donde Basinger es una de las protagonistas) [la definía](https://www.rollingstone.com/movies/movie-news/kim-basinger-nobodys-fool-122559/) como “un cruce entre Marilyn Monroe, Brigitte Bardot y Judy Holliday con el talento de Julie Christie”. Esta obsesión sexual de Hollywood con Kim Basinger hizo que el director Adrian Lyne la eligiese (“por su vulnerabilidad especial”) como primera opción para *Nueve semanas y media*, basada en la autobiografía de Ingeborg Day. — La escritora relataba su relación, tras huir de su matrimonio y de su vida como profesora en Wisconsin para refugiarse en el anonimato de Manhattan, con un desconocido que la adentró en el sexo sadomasoquista hasta que ella, tras nueve semanas y media de sumisión física y emocional, decidía abandonarlo para salvarse a sí misma. — Jacqueline Bisset, Isabella Rosselini y Kathleen Turner hicieron el *casting.* Pero ninguna pasó la prueba como Kim. Kim Basinger salió llorando de ese *casting*. Tras llamar a su agente para gritarle que había sido la peor experiencia de su vida, que se sentía humillada y que no quería saber nada de esa película, condujo hasta su casa sin parar de llorar. Pero al llegar se encontró 24 rosas rojas esperándola con una nota firmada por el director de la película, Adrian Lyne y su coprotagonista, Mickey Rourke. Cuando salió furiosa de la habitación, Lyne llamó al agente de Basinger para decirle que había conseguido el papel. “Resulta que Adrian quería que yo reaccionase exactamente como reaccioné, porque el personaje de Elizabeth era así. Una mujer que no entraba en el juego, pero ingenua y transformada después por un hombre en lo que él quería de ella. Esa es la verdadera historia de *Nueve semanas y media*”, concluyó Basinger. El juego perverso acababa de empezar, fuera y dentro de la pantalla. . Cuando entró en la habitación, Lyne apenas habló con ella y solo le daba indicaciones a Mickey Rourke. En la escena, él le tiraría billetes por el suelo y ella tendría que fingir ser una prostituta que los iba recogiendo mientras se desplazaba a cuatro patas y acababa desnudándose y entregándose al actor cuando él por fin se lo ordenaba. “Era muy sexual y muy extraño”, recordaría la actriz, que tenía 33 años cuando se rodó la película, “yo solo quería levantarme y largarme”. Durante el rodaje Lyne siguió, según sus propias palabras, “rompiendo” a la actriz. Las escenas se rodarían en orden cronológico, para que Rourke y Basinger experimentasen la degeneración sexual de sus personajes a tiempo real, y tenían prohibido dirigirse la palabra fuera de cámara. “Ella debía tenerle miedo”, explicaba el director, “si saliesen a tomarse un café juntos perderíamos esa tensión. En el *casting* [de Basinger], se produjo tal hostilidad y tal energía sexual entre ellos que yo no quería que desarrollasen una relación sin mí ahí presente. Ella debía vivir al filo del terror. Quería que esas diez semanas de rodaje fuesen como las nueve semanas y media de la relación”. Cada vez que una escena no funcionaba, Lyne se llevaba a Rourke a un lado y le daba instrucciones sin dirigirle la palabra a Basinger. Los operarios del rodaje empezaron a comentar si el sadismo de Lyne estaba yendo demasiado lejos y reconocían en un reportaje del *The New York Times* sentirse incómodos ante la manipulación emocional, desde la rabia hasta la desesperación, que Basinger estaba sufriendo para que la cámara “los captase en crudo”. (La experiencia de Mickey Rourke era muy distinta. “Durante el rodaje se mostró muy preocupado por mí, asegurándose de que dormía lo suficiente, de que comía sano y de que me sentía cómodo con la gente que me rodeaba”). Cuando llegó el día de rodar la última escena del guion (que finalmente sería eliminada del montaje definitivo), el personaje de Basinger debía estar al límite de su resistencia física y emocional. En la escena, el amo le proponía un juego a su esclava: ir tomándose somníferos, uno a uno, para comprobar hasta dónde era capaz de llegar ella para satisfacerle. (En realidad las pastillas eran caramelos). “La escena no estaba funcionando. Kim tenía un aspecto fresco como una rosa, demasiado adorable”, contó Lyne, “así que teníamos que romperla”. Tras recibir las notas del director, Rourke agarró a Basinger del brazo con fuerza. A pesar de sus súplicas no la soltó mientras ella gritaba, lloraba y le golpeaba. Rourke le soltó el brazo por fin, pero a continuación le dio una bofetada. Ella sufrió un ataque de pánico. El director exclamó: “Vamos a rodar la escena ahora”. . Cuando le preguntaron a Adrian Lyne dónde estaban los límites del abuso hacia un actor él explicó, como si se tratase de una relación sadomasoquista, que los límites los definen los participantes. “Si no pudiese soportarlo se notaría ante la cámara. Se volvería loca. Se derrumbaría”. ¿Pero si la escena precisamente necesita que el personaje se derrumbe? “Entonces es legítimo. Lo estás haciendo por la película”. . *Nueve semanas y media* tardó 18 meses en editarse, en medio de rumores de que ningún estudio distribuiría una película tan sexualmente perturbadora. De los 1.000 espectadores que asistieron a los pases de prueba, 960 salieron de la sala sin terminarla. La escena de las pastillas fue eliminada, según Adrian Lyne, porque el público “odiaba a Mickey por hacerlo, a Kim por dejarse hacer, a mí por rodarlo y a la película entera”. También se quedaron fuera un trío con una prostituta, una violación simulada y una escena de sexo en la que Basinger iba disfrazada de hombre con bigote postizo. Al final la película se estrenó como un drama romántico con más erotismo que pornografía. Su escena más sensual fue el *striptease* de Basinger, a contraluz y al ritmo de “*You can leave your hat on”* de Joe Cocker, que acababa con Rourke dándole de comer todo lo que le quedaba en el frigorífico. La crítica la definió como “monótona”, El público la ignoró en Estados Unidos, pero en Europa causó sensación (con un montaje que sí incluía todas las escenas eróticas) y los videoclubs la convirtieron en un clásico (en París *Nueve semanas y media* se pasó cinco años en la cartelera). . 🧐… Sabías tantos detalles sobre este rodaje? . #NueveSemanasYMedia #rodaje #película #film #ElCajónDeLaMesilla

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